Por Maura Morales Bergmann, ACC

Cuando pensaba en inspiración, siempre recordaba a mi maestro Giuseppe Rotunno, pero ahora que los Oscar acaban de ocurrir, deseo dedicar esta sección a uno de los mejores directores de fotografía del mundo. Y como mujer diría también, guapo! 

Roger Deakins, 1949, inglés. Estudió arte en la escuela y luego se enamoró de la fotografía. En sus comienzos trabajó en documentales y a partir de los años noventas, empezó su colaboración con los hermanos Cohen, colaboración que lo llevó a ser reconocido.

Lo que más admiro de Deakins es su manera de cambiar en cada película. Cada guión para él es un desafío nuevo y lo enfrenta como si fuera su primera película. En sus entrevistas dice que ama estar presente desde los inicios de la preparación de una película para aportar su visión y que siempre prefiere hacer las cosas en vivo antes de recurrir al CGI.

Revolutionary Road ha sido para mí una referencia importante por cómo logró iluminar la casa con una luz lo más natural posible. Se nota que sus comienzos fueron en el documental. Su interpretación de la luz natural es muy precisa.

Recuerdo cuando vi O Brother, Where Art Thou?, eran los inicios de la colorización en el proceso de DI de una película rodada en fílmico y todo el mundo hablaba de los colores novedosos con los que había filmado (básicamente verdes) y el resultado final de tonos amarillos. ¡Y qué decir de cuando filmó El hombre que nunca estuvo allí a color para luego llevarlo al blanco y negro en post producción!

Bueno, lo que en esa época considerábamos extraordinario ahora es normal pero Deakins sigue incorporando en su trabajo nuevas técnicas y formas, como lo hizo en Blade Runner 2049 o como la última maravillosa obra cinematográfica que es 1917. Me encanta su manera de mover la luz en toma. Creo que 1917 no hubiera sido la misma sin tener ese magnífico plano secuencia. 

Cada vez que veo una película suya es una emoción diferente y creo que ya ha entrado a ser parte de la inspiración de muchos de nosotros.